Un lugar privilegiado

Los que trabajamos en un servicio de radioterapia observamos con total naturalidad toda la tecnología y la parafernalia que nos rodea. En ocasiones, nos olvidamos de que lo que para nosotros es un día normal, para nuestros pacientes es algo más que un día especial. Es el día en que le hacen un TC de “simulación”, o el día que comienzan su tratamiento, el primero de muchas sesiones.

El número de pacientes que muestra ansiedad ante el comienzo del tratamiento es elevado, según algunos estudios. Se ha observado que hay dos picos en el nivel de ansiedad que coinciden con la simulación y los primeros días de tratamiento. Después va disminuyendo hasta el final del tratamiento. Se ha estimado que la ansiedad continúa durante los primeros días de tratamiento para el 20 al 50 % de pacientes, aunque en general, hay bastante consenso en que la radioterapia es mejor aceptada que otros tratamientos y que la ansiedad disminuye rápidamente después de las primeras sesiones.

Halkett, una psicóloga australiana, ha realizado numerosos estudios relacionados con los miedos de los pacientes en radioterapia. Afirma que, aunque la radioterapia es un recurso muy frecuente en el tratamiento del cáncer de mama, las pacientes suelen tener pocos conocimientos sobre esta técnica y sus necesidades de información pocas veces quedan resueltas. Opina que, por lo general, se dedican pocos recursos a detectar y solucionar los problemas emocionales que se pueden observar durante el tratamiento, a pesar de que hay técnicas eficaces para su control. En concreto, explica que solucionar las necesidades de información de los pacientes antes de comenzar el tratamiento, reduce el nivel de ansiedad en la primera sesión de radioterapia.

Cuando la información es adecuada y suficiente, el paciente está más satisfecho con la atención recibida y el nivel ansiedad se reduce. Por esto es muy importante estudiar y conocer diversos aspectos sobre la información que necesitan los pacientes. Deberíamos saber qué información necesitan, en qué momento se les debe aportar y qué profesionales pueden cubrir esas necesidades de información.

En 2012, Halkett y su grupo de investigación observaron que los pacientes demandaban información sobre los siguientes aspectos: efectos secundarios, procedimientos y su propio papel en el tratamiento. Cruzado, un catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, afirmaba en 2004 que, aunque la radioterapia puede ser percibida por los pacientes y sus familiares como una oportunidad, también es vista como una fuente de preocupación por los efectos secundarios asociados a las radiaciones ionizantes. Los pacientes se preocupan por los problemas de comunicación que puedan encontrar con el personal sanitario y por el contexto tecnológico y las máquinas utilizadas para el tratamiento. También puede producir estrés el desconocimiento de aspectos concretos de su tratamiento, como qué debe hacer el paciente y qué se espera de él.

Por lo que respecta al momento en que debe aportarse la información, Halkett ha encontrado que hay dos momentos concretos en los que los pacientes muestran más necesidades informativas y mayores niveles de ansiedad. El primero es durante la simulación y el segundo al comenzar el tratamiento. Sin embargo, otros investigadores creen que, siendo esto cierto, las necesidades de información de los pacientes cambian a lo largo del proceso de la radioterapia, y por eso, los momentos en que van a demandar información van más allá de la primera parte del tratamiento.

En cuanto a quienes son los profesionales más adecuados para facilitar la información a los pacientes, es importante destacar que los Técnicos de Radioterapia son los únicos profesionales sanitarios que están en contacto diario con los pacientes durante el tratamiento. Por eso, son muchos los estudios que afirman que los técnicos ocupan un lugar privilegiado para detectar las necesidades psicosociales de los pacientes, para intercambiar información con ellos y para ayudarles a reducir sus niveles de ansiedad.

Los técnicos somos conscientes de que ocupamos un lugar privilegiado, y por eso todos los días sonreímos y escuchamos a personas que nos devuelven todo ese cariño multiplicado por diez. Vemos a los pacientes a lo largo de muchas sesiones y eso hace posible que se cree con ellos una relación que es única en nuestra profesión. Basta con mostrarles cercanía, para que ellos te abracen y se despidan con lágrimas en los ojos el día que se marchan. Eso indica que hemos hecho algo más que ser cercanos, hemos sido el apoyo que ellos necesitaban en un momento de incertidumbre.

Post de Basilio López Orozco

2019-11-10T17:06:51+00:00 10 noviembre 2019|Post|

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